La prótesis dental se ocupa de la reposición de las piezas dentales ausentes o de su recubrimiento por motivos estéticos y/o funcionales.

Esta rama de la odontología ha avanzado mucho en los últimos años gracias al diseño CAD/CAM y la aparición de nuevos materiales protésicos.

Cuando se produce la pérdida de una o más piezas dentales es importante solucionar el problema lo antes posible ya que, aparte del aspecto estético y de la pérdida de funcionalidad que se produce (problemas en la masticación o al hablar), se produce pérdida del hueso alveolar y el resto de dientes se desplazan. Estas consecuencias pueden agravarse con el tiempo y causar incluso la pérdida de otras piezas dentales al sufrir más sobrecarga.

En estos casos, la prótesis fija sobre dientes y la prótesis removible sirven para reemplazar los dientes perdidos y aportar una mejora en la calidad de vida del paciente, siendo en general una opción más económica que los implantes dentales y proporcionando una alternativa al paciente que no desea o no puede someterse a una intervención quirúrgica.

También se recomienda la prótesis dental fija en los casos en que conviene un refuerzo de la pieza, por ejemplo tras endodoncia, o una mejora de la función masticatoria o de la apariencia estética.

La prótesis dental es el objetivo final cuando se han utilizado implantes dentales para reemplazar las raíces de los dientes perdidos. Con implantes, pueden construirse distintos tipos de prótesis fijas o removibles.